Iberdrola ha manejado con mano de hierro la incertidumbre del 2020 y parece encaminada a superar a Inditex como la empresa española con mayor valor en bolsa. El suyo no es tanto un ejemplo de adaptación como de confianza ciega en su estrategia a largo plazo. Pero a veces sujetar el timón con firmeza tiene tanto o más mérito que virar el rumbo cuando hace falta.
Inmersa en un ambicioso plan de expansión y transición a renovables, Iberdrola no ha dejado que el descenso en facturación altere sus planes. A pesar de la caída en ventas del 8,35% hasta septiembre, ha seguido materializando paso a paso el plan de inversión de 10.000 millones de euros que había proyectado para este año.
Expansión internacional de récord
En 2020 la compañía ha culminado una expansión internacional de récord, con ocho adquisiciones en países como Japón, Australia o Estados Unidos. En este último, la firma ha concretado su mayor inversión desde 2006 al adquirir amistosamente PNM Resources, principal compañía de suministro en importantes ciudades del sur del país como Las Vegas, Albuquerque o Santa Fe. Gracias a esta adquisición, Iberdrola se ha consolidado como el tercer operador de renovables en el mercado americano.
El modus operandi ha sido el habitual en Iberdrola desde que su CEO Ignacio Galán asumiera el mando en 2001. Se trata siempre de compras amistosas de pequeñas empresas de renovables con mucho margen de crecimiento. Cada compra viene precedida por un cuidadoso análisis que les ha permitido obtener un retorno muy destacable. Así, sin mucho ruido, este año ha alcanzado la tercera posición entre las mayores eléctricas del mundo, solo por detrás de NextEra y Enel.
En los últimos meses, parece haber conseguido un pleno de aciertos con sus ocho adquisiciones a tenor de las buenas valoraciones que han suscitado entre analistas.
Recuperación verde
Si decíamos que la crisis del coronavirus ha sido una aceleradora de tendencias, Iberdrola ha visto cómo su apuesta por la sostenibilidad se ha visto refrendada a pesar de las dificultades del contexto económico y el descenso de demanda de energía global. Las eléctricas con mucha exposición a los combustibles fósiles se han visto duramente golpeadas por la guerra de precios del petróleo. Iberdrola no solo ha evitado este impacto, sino que además se ha visto muy beneficiada por las ingentes inversiones de empresas, gobiernos y organismos internacionales para favorecer la recuperación verde.
Ahora mismo, hay dos ámbitos de desarrollo económico prioritarios en la agenda de la Unión Europea para incentivar la competitividad y garantizar un crecimiento económico sostenible: el Pacto Verde Europeo y la digitalización. Iberdrola se halla en una posición ventajosa en ambos, fruto de la estrategia seguida en los últimos años. Así lo aseguró recientemente Galán al Financial Times en un reportaje en el que el periódico se deshacía en elogios hacia su figura.
Cuidando de sus grupos de interés
Más allá de la inteligente lectura que Iberdrola ha hecho de su entorno económico, sus responsables han demostrado también saber responder a las crecientes demanda de integridad y responsabilidad a empresas. En lo que respecta a la gestión de la pandemia, Iberdrola fue la primera empresa cuyo protocolo de actuación, que comprende más de 150 medidas, fue certificado por AENOR.
Además, la compañía lanzó otros planes de acción para mejorar la satisfacción de sus grupos de interés, empezando por sus proveedores, a los que adelantaron pedidos por valor de 7.000 millones de euros para ayudar a mitigar el impacto del virus.
En cuanto a sus clientes, la firma lanzó un plan de ayuda para hogares, pymes y autónomos, con el fin de facilitar el pago de las facturas energéticas fraccionándolas en 12 meses sin coste.
Mejores resultados para Iberdrola
A pesar del descenso en la demanda global y las insolvencias de algunos clientes, Iberdrola ha mejorado sus resultados. En los primeros nueve meses elevaron su beneficio neto un 4,7%, lo que atestigua que el plan de ahorro de costes también está dando resultados. Iberdrola redujo su gasto operativo neto de enero a septiembre en un 1,8%, entre otros motivos por la reestructuración de la cúpula directiva y el ajuste de su plantilla mediante prejubilaciones de empleados veteranos.
Al cierre de 2019, Iberdrola valía en el mercado bursátil 58.403 millones de euros. Hoy se eleva a 72.485 millones de euros, un significativo 24% de incremento, y ya se encuentra a tiro de piedra de Inditex. No es muy aventurado asegurar, a tenor de noticias como la victoria de Biden o los paquetes de incentivos de la Unión Europea a las energías verdes, que Iberdrola se alzará en los próximos meses con el título de empresa española más valorada.