Estamos seguros de que Plastigaur resistirá bien el envite de la COVID por el buen juicio con el que hace un lustro sus directivos adivinaron las tendencias que se acelerarían estos últimos años. Esta empresa radicada en Andoain y especializada en soluciones de packaging a base de polímeros, realizó en 2016 una Reflexión Estratégica e identificó que su principal reto sería hacer frente a las campañas contra el plástico instigadas desde colectivos medioambientalistas, no siempre en base a criterios científicos.
Para ello, iniciaron un proceso de transformación hacia la economía circular que les ha valido el liderazgo en sostenibilidad en su industria y una gran reputación entre sus grupos de interés. Esa apuesta, reforzada este año con múltiples inversiones, ha hecho que la empresa siga la senda de crecimiento.
Respuesta óptima a la crisis sanitaria
Plastigaur emplea a más de 140 personas que trabajan todos los días de la semana en cinco turnos. El estallido de la crisis sanitaria coincidió con un aluvión de pedidos y desde la empresa tuvieron que poner en marcha medidas muy audaces para garantizar la seguridad de sus empleados al tiempo que daban respuesta a la creciente demanda. Para ello formaron un comité COVID que acordó el teletrabajo para todo el personal de oficina, flexibilidad de turnos y medidas de prevención de riesgos, incluyendo el cierre de algunas dependencias y la apertura de otras que ofrecían más garantías sanitarias. Además, adquirieron el compromiso de comunicar a la plantilla y al consejo social los avances y decisiones implementadas.
Elaboraron guías que recogían recomendaciones en materia de prevención y pautas para el teletrabajo y la comunicación digital con clientes. En los materiales que elaboraron incluyeron también contenidos más informales, como recetas o ideas de ocio para el confinamiento, con el objetivo de hacer sentir a sus empleados más conectados y aumentar su orgullo de pertenencia al grupo.
El estallido de la crisis sanitaria coincidió con un aluvión de pedidos y desde la empresa tuvieron que poner en marcha medidas muy audaces
En paralelo, adaptaron una sección de su fábrica para producir batas de plástico, calzas y cinturones que donaron a hospitales y residencias de ancianos, e incluso participaron en un proyecto colaborativo con otras empresas del territorio para diseñar una burbuja de oxígeno para personas contagiadas por COVID que mostraban problemas respiratorios.
Diversificación y nuevas aplicaciones
La crisis sanitaria acabó por confirmar a los responsables de Plastigaur la necesidad de ensayar otras aplicaciones de polímeros, explorando oportunidades en sectores en auge como el biosanitario. Por ello, en junio decidieron entrar en el accionariado de Polimerbio, una firma donostiarra que se dedica a desarrollar dispositivos médicos basados en polímeros que pueden ser reabsorbidos por el cuerpo humano.
Se trataba, en palabras de su director general Luis Artola, de diversificar e incorporar nuevos proyectos de valor que complementen su modelo de negocio principal. La entrada en el accionariado de Polimerbio supone una inyección financiera al proyecto, pero además favorece el establecimiento de sinergias empresariales beneficiosas para ambas partes.
Apuesta total por la sostenibilidad
Pero, sin duda, el impulso estratégico más fuerte que la empresa ha realizado este año es su consolidación como referencia en economía circular. Desde 2017 han ido monitorizando los indicadores de su huella ambiental, que ha descendido un 8,14% entre 2017 y 2019. Este año han ido un paso más con el lanzamiento de la nueva gama de productos sostenibles Ekogaur, que incluye un film retráctil realizado con un 50% de materiales reciclados.
Además, la firma anunció el pasado mes de abril un acuerdo con un suministrador eléctrico para que toda la energía consumida en el proceso productivo de film y embalaje flexible sea 100% verde, lo que supondrá una reducción en la huella medioambiental equiparable a la emisión de más de 500.000 coches en un año.
El impulso estratégico más fuerte que la empresa ha realizado este año es su consolidación como referencia en economía circular
En julio dieron un paso más allá con el inicio de la producción de un film de protección de alimentos 100% reciclable, lo que representa un verdadero avance en su sector. Para ello, tuvieron que afrontar una inversión de 1,5 millones de euros para incorporar una máquina de estiraje especial.
Buenas perspectivas de crecimiento
El nuevo desarrollo ha suscitado un gran interés en el mercado, entre otras razones por las crecientes exigencias medioambientales impuestas a sus clientes por la Unión Europea.
Aunque hará falta un tiempo de adaptación para que los clientes de Plastigaur incorporen la tecnología necesaria para poder trabajar con este nuevo producto, se espera un crecimiento considerable de la demanda a medio plazo. La empresa ya planea nuevas inversiones para aumentar su capacidad de producción y hacer frente a la demanda esperada. Entre los planes a corto plazo, se incluye la ampliación de su nave industrial en Andoain, que actualmente opera al máximo de su capacidad. En el año en el que muchas otras empresas industriales se quedaron congeladas, Plastigaur avanzó firme en su apuesta por la economía circular y el mercado respondió con creces.
